Hay mucha gente mala, pero la mayoría no es tan mala. Yo creo que la mejor opción es siempre no desconfiar, nunca. La desconfianza no sirve. La desconfianza te debilita y te aísla, vos terminas desconfiando de todos. Entonces el verdadero mal te lo haces a vos y no a los otros. La desconfianza nos recluye, nos hace perder nuevos afectos y nos deja a la deriva. Nos podemos equivocar, confiando en la gente equivocada, pero la mayoría de las veces no es así, confiamos en los amigos.
La desconfianza genera intrigas y las intrigas dividen y debilitan. Los otros te dejan solo, y solo sos más débil, y ahí sí te pueden atacar porque sos vulnerable. A la deriva estás y si no confías no te relacionas y ahí sí, solo sos muy frágil.Las individualidades pueden ser fuertes, pero si dos o tres individualidades se unen pueden ser muy poderosas. Esa es la fortaleza. La soledad es la enfermedad más letal. Sin alguien que nos mire somos invisibles; sin alguien que nos escuche somos mudos, y ahí, cuando quedamos ciegos, sordos, mudos…solos, ahí somos vulnerables.
La desconfianza genera intrigas y las intrigas dividen y debilitan. Los otros te dejan solo, y solo sos más débil, y ahí sí te pueden atacar porque sos vulnerable. A la deriva estás y si no confías no te relacionas y ahí sí, solo sos muy frágil.Las individualidades pueden ser fuertes, pero si dos o tres individualidades se unen pueden ser muy poderosas. Esa es la fortaleza. La soledad es la enfermedad más letal. Sin alguien que nos mire somos invisibles; sin alguien que nos escuche somos mudos, y ahí, cuando quedamos ciegos, sordos, mudos…solos, ahí somos vulnerables.