Nadie puede vivir sin esperanza, por algo dicen que lo último que se pierde son las esperanzas…Porque si la perdés, estás muerto. ¿Pero que es la esperanza? ¿Es desear que algo pase o es la certeza de que eso que deseas va a pasar? Tener esperanza no es desear sino saber, tener certeza de que eso que querés tarde o temprano va a llegar. Vivir sin esperanza es tener la certeza de que lo que soñas nunca va a llegar, es estar derrotado antes de intentarlo. Porque cuando llega la tragedia y te golpea ¿cómo vas a dar pelea si no tenes un poco de esperanza? Por más rebelde que sea el rulo tarde o temprano lo vas a alisar, solo hay que confiar. Vivir sin esperanza es vivir rendido en una pelea que no terminó, es solo poner la cara para recibir los golpes. Porque cuando uno pierde la esperanza pierde el rumbo, el norte, pierde todo. Confiar, creer , soñar, todo eso es tener esperanza. Saber que aunque el mundo se nos venga encima y por más imposible que parezca hay algo que nos va a salvar, algo o alguien. Porque la esperanza no es un deseo, es una certeza, una certeza de que después de todas las tormentas sale el sol. Es una certeza profunda de que aún en la peor crisis, no hay tal crisis. Sin esperanza no se puede vivir. Porque la esperanza es el motor de la gente feliz, es ese brillito en los ojos cuando pensas en la vida que queres para vos. La esperanza es la prima hermana de la fe. Tener esperanza es saber que eso, esa luz está ahí, aunque no la puedas ver está ahí. La esperanza vive hasta en el mundo más arrasado. Es una luz, chiquita, en la oscuridad.
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