Por ser mujer no pude quedarme con ninguna de las cosas personales de mi papa, todas se las quedaron mis sobrinos, primos, cuñados y amigos que lo apreciaban y yo quería guardar algo personal de el, como algo simbolico, pero no había nada para mi. Hasta que un día por mi casa me encontré su biblia, sin decirle nada a nadie la agarre y la guarde entre mis cosas, yo quería algo y aunque no la leyera ahí la tenía guardadita, como un recuerdo de él. Hoy comprendi que no me pudo quedar nada mejor que la palabra de Dios, para que me guíe y me de sabiduria para ser una persona agradable al señor y mi padre que esta en su presencia pueda sentirse orgulloso y feliz porque algún día nos volveremos a ver.
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